Anécdotas
LAS
MAZORCAS DE ORO
Cuenta
la leyenda que una indiecita salía a pastar su vaca en El Panecillo, y uno de
esos días, la vaquita se le pierde, entonces ella comienza a buscarle y da con
la Olla, ella entra en busca de la vaquita, al interior se le aparece una
princesa india, le pregunta porque estas triste, le contesta es que es mi
vaquita se perdió, es el sustento de mi casa, la princesa le dice no te
preocupes que tu vaca está aquí, y le regala un ladrillo de oro y una mazorca
de oro, la pastora se alegró porque decía que en algo se va a recuperar. Al
salir de la Olla del Panecillo vuelve a encontrar a su vaquita y se fue
llevándola.
Relatado por Patricio Criollo
EL
DUENDE DE LOS LECHEROS
Las
personas de otros tiempos eran muy supersticiosas, ya que creían en todo
tipo de apariciones. Comenta la señora Juana Valladares que su abuelita
Virginia Valladares le contaba que una vez ella bajaba a las tres de la mañana
trayendo su ganado para realizar la venta, cuando de repente en el camino ella
sentía que alguien la miraba y regresaba a ver y nada, luego sentía que alguien
le lanzaba piedritas y se escondía, cuando regresaba a ver no estaba nadie a su
alrededor, y así hasta que ya cansada de que le lanzara piedritas regresó a ver
con mucha atención y vio a un hombre pequeñito que tenía puesto un sobrero
grande, vestido de negro y se reía, este pequeño hombre le jaloneaba de sus
trenzas, ya que decía que tenía la costumbre de alar el cabello largo de las
mujeres, ella quería gritar y no podía, quería pedir ayuda y no lo lograba,
entonces saco un rosario que siempre andaba a llevar, lo mostro al duende y
este desapareció del lugar metiéndose entre el árbol de los lecheros que
todavía lo conservan en el jardín de su casa. Dicen que en El Panecillo si hay
el duende y que se esconde en los lecheros.
Relatado
por Juana Valladares.
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